miércoles, 30 de enero de 2008

Apatrullando la ciudad [Inma]

¡Hola, chavales!

¿Creéis que soy Mike, verdad? Pues no! JEJEJE Soy Inma ("mini" para los amigos). Soy amiga, compi y colega de Mike. Ahora mismo estoy en el departamento con Mike y Luisa, en la universidad. Les estaba comentando una cosa y Mike me ha ofrecido su blog para mostrar todo mi descontento (ahí queda eso).

Hoy he empezado las clases prácticas de coche. La verdad es que me lo he pasado muy bien, y sólo se me ha calado el coche dos veces! Dejando aparte todas mis meteduras de pata, creo que el tema es muy serio y quería saber lo que pensáis todos, queridos lectores del súper-mega blog de mi compi Mike.

Los 45 minutos de una clase práctica se pagan a 26€. Teniendo en cuenta (o sin tenerlo) que mi profesor es compañero de trabajo de mi padre (que tampoco sé hasta qué punto me va a "favorecer" su trato distintivo en cierta manera) y que han estado hablando sobre sus cosas durante 5 minutos o más, sólo he estado poco más de 30 minutos dando un par de vueltas (y con mucha dificultad) por el Boulevard. Vamos, que me ha salido el minuto casi a 1€. YO DE MAYOR QUIERO SER PROFESOR DE AUTOESCUELA (mejor, la jefa, que es la que se lleva todo el dinero).

La media de número de clases para una persona que no ha cogido nunca un coche (como es mi caso) es de entre unas 35 y 40 clases (aunque depende de la persona). Eso hace un total de entre 900 y 1000€. SÓLO las clases prácticas, más aparte los 300€ del teórico.

Toda esta información la estoy soltando para los que no tienen ni idea de cómo está el patio hoy en día. Supongo que son muchos los que están informados, porque se encuentran en mi situación o porque ya tienen el carnet y descubren la enoooorme diferencia de precio que existe entre los precios de hace un par de años sólo y los de ahora (hasta el doble de dinero).

Pero lo peor de todo no es lo carísimo que te sale sacarte algo que sabes que es NECESARIO tener (te guste o no). Lo peor es que me comentan (y sé que es verdad) que en la autoescuela no te enseñan a conducir, sino a aprobar un examen. El cómo reaccionar a todos los peligros que te puedes encontrar al sacar de tu garaje tu flamante BMW depende de ti...

Y yo me pregunto: ¿hasta qué punto es legal todo este mierderío (perdón por el término, Mike)? Las clases parecen reducirse de tiempo cada dos años o algo así, y sin embargo siguen y siguen Y SIGUEN subiendo de precio. ¿¿Por cuánto nos saldrá entonces pagarle el carnet a nuestros hijos?? Mike me puntualiza que con nuestros sueldos (que van bajando de manera proporcional a la subida del precio de las puñet**s clases) sólo podremos pagarle el carnet de la vespino... (qué drama para nuestros chiquillos).

Pues eso, ya me he desahogado. Deseadme suerte con mi "carnete" (como yo le llamo con "cariño")... Como tenga que renovar los papeles, le pasaré a Mike mi número de cuenta para que lo publique en su blog y me hagáis donaciones (que, por cierto, tampoco nos pagan el dinero de la beca, todo sea dicho).

Un besito, lectores! Mike, sigue con este peaso de blog!

4 comentarios:

Mike Adán dijo...

No está mal para ser la primera entrada... a te daré unas clases prácticas para mejorarlas. jajaja.

Venga! Vamos a por lo de las universidades europeas que vaya tela.. Qué día! Madre mía...

Anónimo dijo...

Hola, Inma

Con la Iglesia hemos topado... has tocado mi parte sensible: el carnet de conducir. ¿Tú sabes lo que a mí me costó? ¡Madre mía, sudores, lágrimas y una enfermedad! Y lo de la enfermedad no es broma: la tercera vez que suspendí el práctico me salió una erupción por todo el cuerpo; estaba llena de ronchas, y tenía un montón de fiebre. No me podía rozar con nada, porque me dolía un montón, como si estuviese metida en agua hirviendo, pero a la vez, me picaba una cosa mala. ¿Motivo? El estrés. Es que me lo tomo todo demasiado a pecho.

Me matriculé en la autoescuela allá por el año 2006, el 3 de julio para ser exactos. El teórico, como la mayoría, a la primera. En agosto empecé las clases prácticas, y hasta el bendito día 30 de noviembre de 2006 no tuve la alegría de saber que había aprobado. Sebastián se llamaba mi examinador y bendito hombre que me aprobó sin un fallo. Atrás habían quedado tres intentos, una renovación de papeles y casi 80 clases que me sangraron, porque... según ellos, no estaba preparada, porque la ley exigía un mínimo de X clases cada vez que suspendía, número que se incrementa cuanto más suspendes, claro. Y eso que en mi autoescuela las clases las cobraban a 20 euros. Creo que es una de las más baratas de la provincia. Una vez que ya tienes el carnet, e incluso la insulsa 'L', no te acuerdas de lo mal que lo pasaste, pero es un hecho: las autoescuelas son el mejor negocio, y sacarse el carnet es un lujo.

Efectivamente, uno no aprende a conducir hasta que se ve solo ante el peligro, y yo puedo dar buena fe de ello. En diciembre de 2006, mis papaítos (y yo también, que pagué casi la mitad... snif, snif) me regalaron mi primer coche: un precioso y como nuevo Peugeot 307 del año 2002, y digo como nuevo porque está como nuevo. Hasta olía a nuevo cuando lo compramos... es un gran coche, y es calidad. ¿Problema? Es gasolina, y a mí me enseñaron a conducir en un diesel en la autoescuela, supongo que como a todos. ¿Cuántas veces se me llegó a calar hasta que le cogí el truco? He perdido la cuenta, pero me hice conductora experta por varios motivos:

1. Empecé el primer año de doctorado, y necesitaba el coche para ir a Jaén, pues como bien sabrá Mike, los horarios de postgrado son imposibles.

2. En febrero se me complicó con el CAP. Febrero de 2007 fue de locos para mí, porque llevaba el CAP, las clases y trabajos de doctorado, y además, mi trabajo en la academia en Baeza. Y yo vivo en Úbeda. Necesitaba el coche a diario.

3. He vivido lluvia, niebla, granizo, nieve, vientos, las obras de restauración de la carretera desde el Puente del Obispo hasta Úbeda, es decir, casi 30 kilómetros... al volante, y lo peor de todo: tractores a todas horas. ¡Y con un gasolina!

4. Hoy por hoy me quitan mi coche y mi carnet y me quitan la vida entera. Y ya me da igual que sea gasolina, como que sea azul, como que tenga un volante más grande o más chico... mi coche es mi coche, y sacarme el carnet ha sido lo mejor que he hecho en mi vida. O una de las mejores cosas, que tampoco vamos a ser tan drásticos.

Así que, mucho ánimo, Inma, que no sabes cómo te entiendo. No te desanimes, que merece la pena al final.

Besos.

Anónimo dijo...

¡Hala! 'Peazo' de comment... soy una bruta.

I'm sorry, Mike :(

Mike Adán dijo...

Nunca te lamentes de añadir un comment Roci, solo faltaba eso... y no es largo, es completo, y muy sincero y emotivo.. me acuerdo cuando estabas con tu carnet y la verdad es que lo pasaste muy mal. Afortunadamente, eso ya es una historia que tendrás que contarle a tus nietos ;)