Yo ya acabé con eso (no sé si algún día tendré que volver a pasar por un período así), pero hay mucha gente que aún no ha terminado su carrera y acaba de empezar este maldito mes. Un ejemplo es mi amiga Vane, que siendo 5 días más joven que yo, acaba de hacer hoy su primer examen universitario, y me alegro mucho de que le haya salido bien.

Es fundamental no ponerse nervioso a la hora de usar las chuletas. Como empieces a sudar, a ponerte colorado, temblar, se te cae el boli, el papel, miras a tu alrededor... mal asunto. El profe te ha pillado. Hay que estar sereno y concienciarse de que lo que estás haciendo es totalmente legal y ético, claro está, siempre y cuando no te pillen. Así que lo mejor es practicar en casa...
De todas formas yo recomiendo estudiar. Mi abuela siempre me decía: Con la ayuda de Dios lo apruebas. Yo no sé si sería Dios el que me aprobaba, pero las panzás de estudiar que yo me he metido entre pecho y espalda no creo que se las haya metido él en su trono de oro allí arriba, rodeado de angelitos en pelota picá y escuchando a Vangelis.
¿Y lo a gusto que te quedas cuando entregas el último examen? Eso sólo es comparable a una experiencia orgásmica del más alto nivel (si es el último de la carrera no os voy a contar con qué lo comparo). Después hay unos días sabáticos, de esos de levantarse a las tantas, acostarse tarde y escuchar mucha música.
Otros aprovechan para viajar, como harán mis niños de 4º de filología este año, que se me van a Centroeuropa y que tienen una misión imposible que cumplir: traerme una niña. Otros irán por libre, aprovechando los días libres hasta que comience el segundo cuatrimestre, pero tened cuidado si os vais a una estación de esquí, no vaya a ser que por curiosos, os pase como a estos Japos:
Gracias Laura por pasar el link. Lo dicho, sed buenos, estudiad y cuidadín con las chuletas. Fuerza y honor!
Mike
1 comentario:
¿Sabes una cosa?
Yo nunca, en mi vida, nunca, nunca, nunca, nunca, he copiado en un examen. Nunca. Jamás.
Me solidarizo en eso de que yo era la chuleta andante para todos los de mi alrededor. ¡Qué verdad tan grande! Y no sólo en épocas de exámenes, sino durante todo el año. ¡Qué falsedad hay por el mundo, señores, qué falsedad!
Nunca olvidaré ese 30 de junio de 2006, fecha de mi último examen de carrera, el último, ¡el último! Era de Textos Literarios, así que, de todos modos, sarna con gusto no pica.
Eso de los Japos ya me lo conocía yo... buenísimo. ¿Quieres otro para morirte de risa? Pues ahí va:
http://es.youtube.com/watch?v=ve8oqxvvVcw
¡Besos!
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