Los nenes ni quieren estudiar, ni, lo que es peor, dejan hacerlo al que verdaderamente quiere. Yo soy de los que piensan que se debería segregar a los alumnos en clases distintas: en una aquéllos que no quieren hacer nada, que están entre esas cuatro paredes por mera obligación y que por tanto, su actividad principal y más fructifera a lo largo del día es dar por culo. Y en otra los niños y niñas que muestran interés por ser algo más en la vida que un jornalero del campo, albañil o barrendero (con total respeto a estas profesiones que son muy necesitadas igualmente).
Y lo más gracioso es que nuestros jefes, tanto a nivel nacional como autonómico, nos dicen que la educación está muy bien, como nunca, y que no hace más que mejorar. Sí, mejorar vuestros hijos en los centros privados trilingües desde los 0 años, porque lo que es la educación pública da asco y vergüenza, tanto por la motivación de los alumnos como por los recursos que se le ofrecen al profesor para desempeñar su trabajo. Hablan mucho del plan de bilingüismo... señores! ¡Que las clases en inglés las está dando gente como mi tía, que no tiene ni la más remota idea de lo que es eso del inglés! Como si me ponen a mi a dar chino.
Os voy a dejar con un documento gracioso, a la misma vez que cruel por ofrecer una visión mordaz de la educación en España, que me ha pasado mi colega Borja (gracias!). Estoy seguro que muchos lo habréis leído ya, pero no me he podido resistir a incluirlo:
La evolución de la enseñanza en España
ENSEÑANZA DE 1960:
Un campesino vende un saco de patatas por 1000 ptas. Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de la venta.
¿Cuál es su beneficio?
ENSEÑANZA TRADICIONAL DE 1970:
Un campesino vende un saco de patatas por 1000 ptas. Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de venta, esto es, a 800 ptas..
¿Cuál es su beneficio?
ENSEÑANZA MODERNA DE 1980:
Un campesino cambia un conjunto P de patatas por un conjunto M de monedas. El cardinal del conjunto M es igual a 1000 ptas., y cada elemento vale 1 Pta. Dibuja 1000 puntos gordos que representen los elementos del conjunto M. El conjunto F de los gastos de producción comprende 200 puntos gordos menos que el conjunto M.
L.O.G.S.E.:
Un agricultor vende un saco de patatas por 1000 ptas. Los gastos de producción se elevan a 800 Ptas. Y el beneficio es de 200 ptas.
Actividad: subraya la palabra "patata" y discute sobre ella con tu compañero.
LA L.O.E. DE RODRÍGUEZ ZAPATERO QUE LLEGA EN BREVE:
"El tío Ebaristo, lavriego, burges, latifundista espanyol facista espekulador i intermediario es un Kapitalista insolidario y centralista q saenriquecido con 200 pelas al bender espekulando un mogollón d patatas.Bibe al hoeste de Madrid esplotando ha los magrevies crca de la casa del granermano .Lleba a sus ijos a un ejuela de pago."
Analiza el testo, vusca las faltas de sintasis, dortografia, de puntuacion, y si no las bes no t traumatices q no psa nda. Ejribe tono, politono o sonitono Eba y Envía unos sms a tus colejas komentando los avusosantidemocraticos d Ebaristo i conbocando una manifa expontanea cn piedras n señal d protesta cn en txto sigiente: Si bas a la manifa sortearan un buga guapeado Pásalo.
Bueno, crudo os habrá parecido, ¿no? Pues esperad a leer el siguiente artículo que el escritor Pérez Reverte publicó el viernes pasado en El Semanal, en respuesta a los lamentables resultados del informe educativo Pisa obtenidos por España. No tiene desperdicio y hay palos para todos (gracias Ana por mandarlo!). Lectura obligatoria:
Permitidme tutearos, imbéciles - Por Arturo Pérez Reverte
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.
Sin comentarios. Mañana más.
Un saludo! Mike.
1 comentario:
¡Qué te voy a decir yo que tú ya no hayas mencionado en esta entrada!
El país se cae a cachos, se puede ver en todos los órdenes de la vida, y la Educación es uno de ellos.
¡Qué tristeza de mi España!
Y como siempre en este aspecto, somos nosotros, los profesores, los que más perjudicados salimos.
Un beso, Mike.
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