Por todos o casi todos es conocida mi pasión por Tolkien y su Señor de los Anillos. El otro día hablando con mi amigo Juanlu (al que dedico la entrada de hoy por ser otro apasionado del Escritor, con mayúsculas) salió el tema no recuerdo cómo de la existencia de un libro hasta ahora desconocido por mi. Y es extraño por la cantidad de biografías y bibliografías que he leído sobre Mr. Tolkien. El libro en cuestión es un epistolario escrito por él mismo y recopilado en la década de los 90 por uno de sus hijos. Éste recoje las cartas e ilustraciones que el propio Tolkien escribía y dibujaba para sus hijos cada navidad haciéndose pasar por Papá Noel. En total son un par de decenas de cartas, preciosamente ilustradas con dibujos y otros motivos, que fueron escritas por J.R.R. Tolkien para sus niños John, Michael, Christopher y Priscilla, de 1920 a 1943.
Para aquéllos que no os guste Tolkien o simplemente no hayáis leído la obra de este autor, las cartas serán sosas, infantiles y de poco interés. No en vano son cartas escritas para niños. Para el que ama la obra de Tokien y se ha empapado de sus maravillosas historias y descripciones de la Tierra Media, este libro no tiene precio. Hasta ahora pensaba que el inicio de la mitología Tolkiana (permitidme la adopción de este adjetivo), estaba en la obra de El Hobbit, pero estaba totalmente equivocado. Es cierto que hacer una evolución cronológica de la concepción de la obra de Tolkien es casi imposible, pero tras leer el epistolario me arriesgo a decir que estas cartas son el comienzo de todo.
Las 'cartitas' que en un principio son cortas, sencillas y en las que aparece un único personaje o dos (Papá Noel y el Oso Polar) se van complicando fastuosamente para alcanzar cotas que recuerdan en gran medida a episodios del Hobbit o del mismísimo Señor de los Anillos. Tolkien se gusta a sí mismo y comienza a crear su universo legendario a través de la inclusión de personajes que más tarde serán esenciales en el anillo: trasgos, elfos, gnomos... Es curioso cómo la narración de las cartas va pasando de una prosa noña en el principio a una narración épica en la que incluso describe (brevemente, eso sí) batallas entre el bien y el mal. A decir verdad, las peripecias de Papá Noel, el Oso Polar y el resto de la tropa, se asemejan mucho a episodios y acontecimientos de El Hobbit. Por ello mismo considero estas cartas el inicio de la leyenda.
Lo que verdaderamente no tiene precio es comprobar cómo Tolkien incluye poco a poco su concepción de la Tierra Media a través de no ya sólo personajes, sino de sus lenguajes! La caligrafía torpe del oso es a todas luces el inicio del lenguaje rúnico que más tarde usará la raza de los enanos en el Señor de los Anillos, e incluso Ilbirith (atentos al nombre, por si alguno puede atar cabos) llega a dejar constancia de su leguaje élfico (con caracteres élficos, por supuesto).
Como ya decía Juanlu, ser hijo de Tolkien debió de ser algo maravilloso, pero que encima te dedique cartas haciéndose pasar por Papá Noel, con ilustraciones y dibujos, y además con los 'primeros pasos' de su universo literario y dialectal... eso, señores, no tiene precio.
Nunca había leído un conjunto de cartas escrito por un autor, pero éstas desde luego valen su peso en oro. A todos los amantes de Tolkien: no os perdáis esta recopilación.
No me quiero despedir sin darle las gracias a Juanlu por prestarme este lujo de libro y ayudarme, como siempre, a enriquecerme literariamente.
Un saludo para todos y todas. Mike.
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1 comentario:
Otra maravilla más a tener en cuenta, como acérrima fan de Tolkien que soy.
Un beso y un abrazo.
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