Lo que jamás podría hacer es mentir a un amigo cuando su futuro inmediato depende, en mayor o menor medida, de esa opinión sincera. No. No miento. Ni lo pienso hacer.
Parece ser que mis puntos de vista, opiniones, o disensiones (llamadlo como queráis) sobre el máster que estoy cursando no han gustado demasiado en algunos sectores de la universidad (y no apunto a nadie, hablo en general). Al inicio del curso, varias personas me pidieron mi opinión sobre el máster; obviamente no podía opinar porque no había materia objetiva sobre la que hacerlo. Conforme fue pasando el tiempo, y con él las asignaturas y los profesores, fui empezando a emitir mi sentencia: el MIVCI tiene muchas cosas buenas, pero también las tiene malas, y pese a quien pese, no son culpa mía. No es culpa mía que exista una preparación deficiente por parte de algunos profesores en las asignaturas que imparten, no es culpa mía que haya una desorganización evidente inter e intramodular. No es culpa mía que muchos de los programas de las asignaturas no tengan nada que ver con la realidad. No es culpa mía que se hayan pasado veinte pueblos con la Memoria de Máster y/o Tesina (en ningún máster de España se pide nada semejante a tal aberración). Lo que sí es mía es la opinión: mi opinión. Y mi opinión no la puede cambiar nadie. O mejor dicho, sí que se puede: trabajando duro para que el año que viene nadie pueda leer una entrada de blog como esta dedicada a un máster (ojo! ello implica 'trabajar'!).
No me gustaría que nadie que ha currado bien y ha conseguido transmitir unos excelentes contenidos en su asignatura se diera por aludido. De todas formas creo que un profesor sabe perfectamente cuándo la asignatura o el módulo están a la altura de un máster oficial en una universidad y cuándo no. La libertad de cátedra, para alegría de algunos y para tristeza de muchos más, se aplica como al interesado le viene en gana, y cómo no, así nos va.
Pero es mi opinión, y a quién no le guste ya sabe, tiene dos trabajos. Al final del curso os haré un análisis general del máster y os diré si os recomiendo o no que lo curséis.
Y para terminar, cierro la entrada con una frase del genial Ugo Foscolo, escritor italiano del 18:
El uso de las facultades que me concedió la naturaleza es el único placer que no depende de la ayuda de la opinión ajena.
Mike
El uso de las facultades que me concedió la naturaleza es el único placer que no depende de la ayuda de la opinión ajena.
Mike